En un intento por frenar la creciente obesidad infantil en el país, el gobierno mexicano ha establecido una nueva normativa que prohíbe la venta de alimentos de alto contenido calórico y bajo valor nutricional en las escuelas. La medida, que entrará en vigor en marzo de 2025, abarca productos como papas fritas, chicharrón artificial, bebidas azucaradas y cacahuates salados con chile.

Este cambio responde a los alarmantes resultados de una investigación realizada entre 2023 y 2024, que reveló la presencia de comida chatarra en el 98% de las 10,000 escuelas observadas en todo México. Las autoridades buscan reducir estos índices prohibiendo cualquier producto que cuente con etiquetas de alto contenido de grasa, azúcar y sodio. Según la Secretaría de Educación Pública (SEP), los alimentos que incumplan con estas normativas serán considerados inadecuados para su preparación, distribución y venta en el entorno escolar.

La clave de esta iniciativa se encuentra en los altos niveles de obesidad registrados en el país. De acuerdo con la última Encuesta Nacional de Salud y Nutrición del Inegi, 5.7 millones de estudiantes entre 5 y 11 años padecen obesidad, cifra que casi se duplica a 10.4 millones entre adolescentes de 12 a 19 años. Esta situación alarmante ha llevado a la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, a pronunciarse sobre los beneficios de elegir opciones de comida tradicional y bebidas naturales frente a la comida chatarra.

Las escuelas que incumplan esta nueva normativa se arriesgan a enfrentar multas significativas, que van desde los $545 hasta los $5,450 dólares. La prohibición también se aplicará en las inmediaciones de los centros educativos, limitando el acceso de los estudiantes a estos productos perjudiciales. Con esta medida, el gobierno mexicano espera fomentar hábitos alimenticios más saludables entre los niños y adolescentes, protegiendo su salud a largo plazo.