El corazón avisa en silencio cuando algo no marcha bien. Un cansancio inusual después de subir unas pocas gradas es una alerta. También lo es una presión incómoda en el pecho al caminar. Mareos repentinos o sudor abundante sin causa deben encender tu atención. Muchas veces la gente dice que es estrés y deja pasar el tiempo. Pero esos avisos pueden ser el inicio de un problema cardíaco. En Ecuador, las enfermedades del corazón están en segundo lugar entre las principales causas de muerte. Son más de 14.000 fallecimientos al año, según el INEC. Y varios casos pudieron detectarse a tiempo con un chequeo preventivo. Especialistas del Centro de Especialidades Médicas de la Cruz Roja de Tungurahua comparan el corazón con un motor. Ese motor necesita revisiones periódicas para seguir fuerte. Ignorar falta de aire con esfuerzos mínimos, palpitaciones irregulares o dolor que corre al brazo o la mandíbula es jugar con fuego. Es como manejar con luces rojas en el tablero y seguir pisando el acelerador. Tarde o temprano el motor se detiene. Por eso la Cruz Roja recalca que un chequeo cardiológico no es un lujo. Es un acto de cuidado propio y de cariño hacia quienes están cerca. Reconocer a tiempo las señales, buscar ayuda médica y prevenir complicaciones puede cambiar el desenlace. El mensaje queda claro: escuchar al corazón es prevención. El Dr. Javier Meza atiende en cardiología los martes y jueves de 13H00 a 15H00 en la Cruz Roja de Tungurahua. Si te identificas con estos síntomas, agenda tu evaluación y cuida tu motor interno.