El virus Oropouche, un arbovirus transmitido por jejenes y mosquitos infectados, ha cobrado sus primeras víctimas mortales en América Latina, según informaron las autoridades sanitarias de Brasil a finales de julio. Dos mujeres menores de 30 años, sin comorbilidades previas, fallecieron en el estado de Bahía, noreste de Brasil, debido a complicaciones graves relacionadas con la fiebre de Oropouche.

El virus Oropouche, detectado por primera vez en 1955 en el archipiélago de Trinidad y Tobago, se ha propagado principalmente en áreas de América del Sur, América Central y el Caribe. La transmisión ocurre a través de las picaduras de jejenes, aunque también puede ser transmitido por mosquitos. Hasta el momento, no se ha confirmado la transmisión de persona a persona, pero las autoridades brasileñas investigan posibles casos de transmisión de madre a hijo durante el embarazo.

La Organización Panamericana de la Salud (OPS) ha registrado más de 7,700 casos de fiebre de Oropouche en cinco países desde principios de 2024, siendo Brasil el más afectado con 7,236 casos confirmados. Las muertes reportadas en Bahía coinciden con una grave epidemia de dengue que ya ha causado miles de muertes en la región, lo que agrava la situación sanitaria.

El virus Oropouche presenta síntomas similares a los del dengue, como fiebre alta, dolor muscular, rigidez en las articulaciones, dolor de cabeza, vómitos y sensibilidad a la luz. En casos graves, puede llevar a complicaciones mortales, como meningitis. A pesar de su peligrosidad, no existe actualmente una vacuna ni un tratamiento específico para esta enfermedad, por lo que las autoridades recomiendan medidas preventivas, como el uso de repelentes y mosquiteros, para evitar las picaduras.