El Servicio de Rentas Internas (SRI) detectó que miles de contribuyentes presentaron declaraciones tardías del IVA con registros de ventas ficticias, en un aparente intento por evadir multas. De acuerdo con las verificaciones realizadas, estas personas reportaron ingresos simulados de entre USD 0,01 y USD 1, a pesar de no haber tenido actividad económica real. Damián Larco, director general del SRI, informó que entre enero y mayo de 2025, más de 93.000 contribuyentes habrían incurrido en esta práctica, lo que representó un perjuicio para el Estado de aproximadamente USD 3 millones. Dijo además que, a través de facturación electrónica, el SRI verificó que no existieron ingresos reales, por lo que los contribuyentes debían pagar la multa correspondiente. Dichos contribuyentes ya fueron notificados por la Administración Tributaria para que, de manera inmediata, realicen declaraciones sustitutivas y paguen la multa respectiva. Si no lo hacen, el SRI iniciará el proceso sancionatorio que incluye recargos adicionales por incumplimiento. Ante este escenario, el SRI alerta a la ciudadanía, así como a quienes aceptan recomendaciones irregulares de ciertos asesores y tramitadores, que declarar ingresos falsos o mínimos en formularios atrasados, con el fin de evitar el pago de las multas, constituye una infracción y puede derivar en sanciones adicionales. El SRI recuerda que: 1. La presentación tardía de declaraciones de impuestos constituye una falta reglamentaria sancionada con una multa que va desde los USD 30 hasta los USD 1.000. 2. Estas prácticas además de ser ilegales ponen en riesgo a los contribuyentes que siguen consejos erróneos de asesores irresponsables. 3. Los contribuyentes que incurran en estas acciones se exponen a sanciones adicionales. 4. El SRI mantiene controles permanentes para garantizar el cumplimiento oportuno de las obligaciones tributarias. El SRI exhorta a los contribuyentes a buscar asesoría profesional confiable y responsable, y a no dejarse influenciar por recomendaciones que aparentan ser un “ahorro” inmediato, pero que en realidad generan problemas futuros. Estas prácticas irregulares promovidas por asesores y tramitadores exponen a los contribuyentes a sanciones mayores y a un riesgo tributario innecesario.