El 24 de mayo, la Policía Nacional dio un golpe al tráfico ilegal en el barrio Nueva Esperanza de Atacames, Esmeraldas. Todo comenzó cuando investigaciones apuntaron a un supuesto taller que escondía más de lo que arreglaba. En ese lugar, se manipulaban motores fuera de borda y se cambiaban sus códigos para que no puedan ser rastreados. En un operativo sorpresa, los agentes entraron al sitio y lo que encontraron dejó a todos con la boca abierta: siete motores, 170 galones de combustible y hasta un arma de fuego. El sitio funcionaba como fachada, pero detrás se escondía una red dedicada al tráfico de piezas y combustible, según las primeras indagaciones. Todo lo incautado fue llevado bajo custodia mientras sigue la búsqueda de los responsables. Este operativo se suma a los esfuerzos del Bloque de Seguridad para frenar el crimen organizado que intenta operar en las costas del país. Por ahora no hay detenidos, pero las pistas recolectadas podrían dar con los culpables. La comunidad quedó sorprendida al saber que ese "taller" escondía una operación ilegal. La Policía aseguró que seguirán los controles en toda la provincia. En los últimos meses se han intensificado los operativos en Esmeraldas. Las autoridades piden colaboración ciudadana para denunciar este tipo de negocios ilícitos. Los motores tenían sus identificaciones alteradas, lo que hace más difícil rastrear su origen. Sin embargo, expertos ya trabajan para descifrarlas. El combustible también iba a ser usado para fines ilegales, según los agentes. La Policía advirtió que seguirán firmes contra estas mafias. Este hallazgo es clave para frenar el tráfico marítimo ilegal en la zona. La Fiscalía ya tiene en su poder los detalles del operativo. Se esperan más acciones en los próximos días. Atacames no será refugio para el crimen, dicen los uniformados.