Lo que debía ser un día más de pesca para cuatro hombres de Santa Elena se convirtió en una pesadilla. En alta mar, a tan solo media milla de la playa La Carioca, en el cantón La Libertad, fueron sorprendidos por nueve sujetos armados con fusiles. Los atacantes, que llegaron en dos lanchas, los obligaron a tirarse al suelo mientras los amenazaban con matarlos si intentaban levantar la cabeza. "Nos decían que no alcemos la cabeza, si no, nos mataban", relató el capitán de la embarcación, quien fue el más golpeado mientras protegía a sus sobrinos. Durante el asalto, los delincuentes desmontaron el motor del barco, robaron teléfonos móviles, gasolina, y equipos de pesca, dejando a los pescadores sin recursos. Antes de huir, los atacantes dispararon al aire y les ordenaron no moverse hasta que se alejaran. Tras el asalto, los pescadores, con temor y nerviosismo, usaron dos remos para llegar a la orilla, donde fueron recibidos por sus familias, quienes ya sospechaban que algo no estaba bien debido a la falta de comunicación.