La tarde del martes 17 de septiembre, un joven venezolano que trabaja como repartidor de delivery vivió una situación de terror cuando dos sujetos intentaron extorsionarlo en el sector Barrio Nuevo, al sur de Quito. Los delincuentes le exigieron dinero a cambio de permitirle seguir trabajando sin problemas, afirmando que pertenecían a la temida banda de “Los Choneros”.

El hecho ocurrió cuando el joven, de 25 años, fue interceptado por dos hombres que le exigieron USD 140 y un pago mensual de USD 100 para garantizar su seguridad. Desesperado, el joven les ofreció los únicos USD 5 que llevaba consigo en ese momento. Antes de entregar el dinero, astutamente tomó una fotografía del billete con su teléfono, para tener una prueba en caso de denuncia.

Poco después, unidades de la Policía Nacional del Distrito Eloy Alfaro, que patrullaban la zona, notaron la actitud sospechosa de tres personas junto a dos motocicletas en la intersección de las calles Borbón y Manglaralto. Al acercarse, los agentes realizaron un registro corporal a los sujetos, quienes intentaron huir al ver a los policías.

Durante el registro, uno de los uniformados encontró en el bolsillo de Kevin R., de 26 años, un billete de USD 5, coincidiendo con la descripción dada por la víctima. A su acompañante, Marco Y., de 30 años, se le incautó un teléfono celular que también formará parte de las pruebas. Ambos individuos, de nacionalidad ecuatoriana, fueron detenidos en flagrancia.

Los extorsionadores intentaron intimidar a la víctima haciéndose pasar por miembros de “Los Choneros”, una de las organizaciones criminales más temidas en Ecuador. Sin embargo, gracias a la rápida intervención de la Policía, fueron aprehendidos y puestos a disposición de las autoridades competentes para enfrentar cargos por extorsión.

La motocicleta en la que se desplazaban fue confiscada y llevada a los patios de la Policía Judicial. Este caso deja en evidencia la creciente inseguridad que enfrentan quienes se dedican al delivery, un trabajo que ha crecido en popularidad en los últimos años, pero que también los expone a riesgos constantes en la calle.

La Policía Nacional hizo un llamado a la ciudadanía, especialmente a quienes trabajan en servicios de entrega, a mantenerse vigilantes y denunciar cualquier intento de extorsión o amenaza a las autoridades, recordando que la seguridad de todos es prioridad. Además, instaron a no ceder ante las demandas de estos delincuentes y a colaborar con las investigaciones presentando cualquier evidencia que pueda ayudar a capturar a más responsables.