En una noche donde las estrellas se alinearon en el Allianz Arena, Toni Kroos no solo brilló con luz propia, sino que también se convirtió en la gran esperanza de Alemania para la Eurocopa 2024. Frente a su antigua afición, el mediocampista del Real Madrid exhibió una clase magistral de fútbol que dejó a todos boquiabiertos. Con 79 pases completados, 98 toques de balón y 16 pases en el tercio final, Kroos demostró por qué sigue siendo uno de los jugadores más determinantes del mundo.

Su regreso a la selección alemana, tras tres años de ausencia, llega en un momento crucial. A sus 34 años, Kroos se perfila para ser el capitán de una Alemania en renovación, que busca volver a ser protagonista en el escenario europeo bajo la dirección de Julian Nagelsmann. En el partido contra el Bayern Munich, además de su precisión habitual, Kroos fue clave al asistir a Vinicius para el primer gol del encuentro, demostrando que su visión y calidad siguen intactas.

Sin embargo, no todo será sencillo para Kroos ni para Alemania. El equipo enfrenta incertidumbres en el mediocampo, donde figuras como Leon Goretzka aún no convencen del todo a Nagelsmann. A pesar de estos desafíos, la presencia de Kroos es un faro de esperanza para un equipo que busca redefinir su identidad y estrategia en la Eurocopa que se celebrará en su propio suelo.

Con el apoyo de compañeros como Ilkay Gündogan y Pascal Gros, Kroos tendrá la tarea de liderar a un grupo joven y ambicioso. Este retorno no solo rejuvenece al equipo, sino que también promete elevar el nivel del torneo con su experiencia y liderazgo. La Eurocopa se acerca y, con Kroos al mando, Alemania muy bien podría volver a ser la potencia que alguna vez fue.