Un trágico accidente aéreo en Washington dejó 64 víctimas luego de la colisión entre un helicóptero militar y un avión comercial sobre el río Potomac.

El jefe de bomberos, John Donnelly, informó que los equipos de rescate han pasado de la fase de búsqueda a la recuperación de cuerpos.

Hasta el momento, han logrado recuperar 27 personas del avión y una del helicóptero, sin señales de vida.

El accidente ocurrió la noche del 29 de enero, cuando el Bombardier CRJ700 de American Eagle se aproximaba al aeropuerto Ronald Reagan.

El helicóptero Black Hawk, con tres ocupantes, y el avión con 60 pasajeros y cuatro tripulantes, impactaron en el aire.

Ambas aeronaves cayeron a las gélidas aguas del Potomac, dificultando las labores de rescate durante la noche.

Los servicios de emergencia trabajaron sin descanso, pero la esperanza de hallar sobrevivientes se desvaneció con las primeras luces del día.

Los equipos de recuperación ahora se enfocan en extraer los cuerpos de las víctimas y los restos de las aeronaves.

La causa del choque aún es investigada por las autoridades de aviación y la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte (NTSB).

Expertos analizan si el clima, un posible error humano o una falla técnica estuvieron detrás del desastre.

El tráfico aéreo en la zona sufrió interrupciones mientras se realizaban las primeras investigaciones.

Familiares de las víctimas esperan respuestas sobre lo sucedido en esta tragedia que enluta a la aviación.

El presidente Joe Biden envió sus condolencias y aseguró que se hará una investigación exhaustiva.

Equipos especializados trabajan en recuperar las cajas negras, clave para esclarecer lo ocurrido en el aire.

Las autoridades advirtieron que el proceso de recuperación y análisis podría tomar semanas.