El Superintendente de Bancos, Roberto Romero, denunció un intento planificado de desestabilizar el sistema financiero ecuatoriano. El lunes 4 de agosto se viralizaron noticias falsas que causaron filas inusuales en agencias de Banco Pichincha. Romero aclaró que los problemas en la app móvil se debieron a mejoras tecnológicas. Pero advirtió que detrás hubo una campaña organizada para dañar la confianza en la banca. La denuncia fue presentada en Fiscalía por presunto pánico financiero, delito que puede costar hasta 7 años de cárcel. Según Romero, hubo presencia de ‘trolls’ en redes con mensajes diseñados para causar temor. El funcionario cree que incluso hubo dinero detrás de esa estrategia digital. Aseguró que no se busca castigar a clientes reales que se quejaron. La Superintendencia no ha recibido reclamos formales sobre falta de dinero en ventanillas. Romero destacó que el sistema bancario sigue sólido y solvente. Banco Pichincha, con 4 millones de clientes, mantiene buena cobertura frente a deudas incobrables. Dijo que la banca privada tiene una cobertura del 209% y el Pichincha llega al 263%. La morosidad general es del 3,2%, lo que muestra buen manejo del crédito. Aclaró que el banco no se quedó sin efectivo y que atendió en horario extendido. Las publicaciones falsas usaron imágenes trabajadas para asustar a la gente. La Superintendencia analizó patrones y notó intención de provocar miedo. Romero insistió que no se puede permitir que se juegue con la estabilidad del país. Rechazó que se castigue a quienes reclamaron de forma honesta. Señaló que la denuncia va dirigida a quienes promovieron el caos. Y recordó que alterar la tranquilidad financiera puede tener graves consecuencias.