El adelanto del décimo tercer sueldo en algunas entidades públicas llega con tentación y riesgo. Expertos advierten que una mala jugada de noviembre puede desbaratar el presupuesto de diciembre. Natalia Garzón, de Fundación Bien-Estar, explica que muchos caen en la “contabilidad mental”. Ese hábito empuja a gastar el décimo ahora y a tapar huecos con crédito después. La recomendación central es tratar ese dinero como herramienta estratégica. Primero se define un objetivo claro dentro del plan familiar. En esa lista entran gastos imprescindibles, ahorro y un espacio de disfrute responsable. Si hay deudas, toca priorizar las de interés más alto, en especial tarjetas de crédito. Pagar lo costoso primero baja el estrés y corta intereses que crecen rápido. Si el historial está en orden, se puede dividir una parte a deudas y otra a compras programadas. Llegan Black Friday y Cyber Monday, y la tarjeta pide calma. Daniel Basantes recomienda no pasar del 30% del cupo disponible. También aconseja evitar meses de gracia porque terminan encareciendo la compra. La temporada invita, pero el plan protege. Fundación Bien-Estar promueve consumo consciente para cuidar estabilidad. Un truco útil son los regalos hechos a mano que suman valor emocional y bajan costos. Otra opción es regalar experiencias con la familia y organizar amigo secreto para repartir gastos. Pensar más allá de diciembre ayuda a usar el décimo como base de pagos anuales. Ese dinero también puede levantar el fondo de emergencia o encaminar las vacaciones de verano. Cierre de año suena perfecto para revisar hábitos y arrancar 2026 con la casa financiera en orden.