El alcalde de Nueva York, Eric Adams, enfrenta una tormenta política tras ser acusado de cinco cargos federales, entre los que se incluyen soborno, fraude electrónico, conspiración y solicitud de contribuciones de campaña a ciudadanos extranjeros. La acusación, presentada en una formalidad de 57 páginas, revela una red de supuestas actividades ilegales que se remontan a 2014, cuando Adams era presidente del distrito de Brooklyn.

Según el documento, Adams habría buscado y aceptado beneficios indebidos durante casi una década, incluyendo viajes internacionales de lujo y apoyo económico de empresarios extranjeros y al menos un funcionario del Gobierno de Turquía. Las autoridades señalan que estas acciones tenían el objetivo de ganar influencia sobre el alcalde y obtener favores políticos.

La acusación también destaca que Adams supuestamente contrabandeó contribuciones a su campaña a través de donantes y actores falsos del extranjero, evadiendo las leyes federales que prohíben la influencia extranjera en las elecciones de EE.UU. Además, se indica que empresas habrían eludido las restricciones sobre las contribuciones corporativas canalizando sus donaciones a través de múltiples empleados.

El fiscal del Distrito Sur de Nueva York, Damian Williams, planea discutir los detalles de la acusación en una conferencia de prensa. Mientras tanto, las investigaciones federales llevaron a un allanamiento en la residencia oficial de Adams, donde agentes del FBI pasaron más de 3 horas recabando información. La noticia llega en un momento crítico para el alcalde, quien enfrenta múltiples desafíos, como la crisis migratoria y preocupaciones sobre la seguridad en el metro.

En su defensa, Adams afirmó que los cargos son infundados y basados en mentiras, insistiendo en su inocencia. "Siempre supe que si defendía mi posición a favor de los neoyorquinos, sería un objetivo", expresó Adams en un mensaje desafiante a sus seguidores. Sin embargo, la gravedad de la acusación representa un golpe significativo a su imagen y a su promesa de liderar con integridad la ciudad de Nueva York.

Las implicaciones de esta acusación se extienden más allá de la política local, pues también podría influir en las próximas elecciones nacionales, dado que Nueva York desempeña un papel crucial en el equilibrio de poder en la Cámara de Representantes de EE.UU. La presión sobre Adams para que renuncie aumenta, mientras que prominentes figuras políticas, incluida Alexandria Ocasio-Cortez, ya han solicitado su dimisión.