Después de más de 50 años desde la última misión lunar de Estados Unidos, un nuevo capítulo está a punto de escribirse en la historia de la exploración espacial. El 25 de enero de 2024, Estados Unidos, a través de la empresa Astrobotic, intentará regresar a la Luna con una misión que no llevará humanos a bordo, pero que promete ser crucial para el futuro de la exploración lunar.

John Thornton, director de Astrobotic, compartió detalles sobre el ambicioso proyecto. La misión se centrará en el lunar Peregrine, una maravilla tecnológica que despegará desde Florida el próximo 24 de diciembre. A bordo del innovador cohete Vulcan Centaur, Peregrine es más que un simple viaje a la Luna; representa una oportunidad para probar nuevas tecnologías a un costo significativamente menor.

El objetivo de la misión es doble: primero, demostrar la viabilidad de lanzamientos y aterrizajes lunares a un costo reducido. Segundo, transportar cinco instrumentos científicos clave para la NASA, allanando el camino para las futuras misiones tripuladas del programa Artemis. Estos instrumentos serán esenciales para entender mejor la superficie lunar y preparar el terreno para la llegada de astronautas en los próximos años.

Si Astrobotic logra aterrizar exitosamente en la Luna, marcaría un hito histórico: sería la primera compañía privada en lograr esta hazaña. Este éxito no solo abriría nuevas puertas para la exploración espacial comercial, sino que también sería un paso crucial para el programa Artemis de la NASA, que tiene como objetivo llevar a un astronauta de nuevo a la Luna en 2025 o 2026.

Este proyecto representa no solo un avance tecnológico, sino también un nuevo enfoque en la exploración espacial, donde empresas privadas y agencias gubernamentales trabajan juntas para alcanzar nuevos horizontes.