La tarde del miércoles 17 de julio de 2024, la Fiscalía General del Estado anunció una decisión crucial en el caso del femicidio de la subteniente Pamela Ati. La jueza a cargo del caso revocó las medidas alternativas y dictó prisión preventiva para los cuatro militares presuntamente involucrados en el crimen. Los mayores, un teniente y un subteniente del Ejército fueron trasladados a la cárcel cuatro de Quito.

Esta cárcel, que ya alberga a dos expolicías sentenciados por el mismo delito, Germán Cáceres y Jonathan Travez, se ha convertido en el centro de atención. El Dr. Galo Quiñónez, abogado y experto en Derecho Penal, en una entrevista con Metro Ecuador, destacó la importancia de esta medida. “Era lo que se debía haber dictado y realizado desde el inicio, al tratarse de un delito con una pena tan grande como el femicidio, que va de 22 a 26 años, con agravantes que podrían llegar a 34 años y ocho meses”, señaló Quiñónez.

Según el abogado, las medidas alternativas como la prohibición de salida del país y la presentación periódica no eran suficientes. "No es suficiente ante los elementos que existen en un delito tan grave para asegurar la comparecencia a la audiencia de juzgamiento y una posible reparación integral a las víctimas", afirmó Quiñónez. La decisión de trasladar a los militares a la cárcel cuatro ha generado diversas reacciones, y Quiñónez plantea una pregunta crucial: “¿La cárcel cuatro se volvió una cárcel de femicidas acaso?”.

La instrucción del caso tendrá una duración de 30 días, tiempo en el que se espera esclarecer más detalles sobre la participación de los militares en el femicidio de la subteniente Pamela Ati.