En un sorprendente giro de eventos, Bob Iger, el director ejecutivo de Disney, ha puesto sobre la mesa un debate que podría cambiar el curso de las futuras producciones de la emblemática compañía de entretenimiento. En un evento reciente en Nueva York, Iger dejó en claro sus expectativas para las próximas películas de Disney, destacando un enfoque más centrado en el entretenimiento puro y menos en los mensajes subyacentes.

Desde 2014, Disney no ha producido una película que alcance los mil millones de dólares en taquilla, un hito que ha llevado a Iger a replantearse la dirección creativa de la empresa. Según sus palabras, "Primero tenemos que entretener. No se trata de mensajes". Esta declaración marca un cambio significativo en la estrategia de la compañía, conocida por integrar mensajes de aceptación y diversidad en sus narrativas, como en el caso de la exitosa película "Black Panther".

Iger enfatizó la importancia de ofrecer entretenimiento con valor, generando un impacto positivo de diversas maneras. Sin embargo, reconoció que la priorización de los mensajes sobre la narrativa fue más evidente en 2022, durante su ausencia de 11 meses del mando de la empresa. Durante este período, películas como “Lightyear” y “Strange World” enfrentaron críticas por incluir personajes LGBTQIA+.

El ejecutivo está presionando a los equipos de Disney para mejorar la calidad de las próximas producciones y ha reducido el calendario de estrenos, permitiendo un mayor enfoque en la calidad sobre la cantidad. "Me gusta poder entretener y, si se pueden difundir mensajes positivos, fantástico. Pero ese no debería ser el objetivo principal", afirmó Iger.

El debate planteado por Iger no es solo relevante para Disney, sino para toda la industria del entretenimiento. ¿Es posible entregar una narrativa atractiva y de calidad sin un mensaje implícito? La respuesta a esta pregunta podría definir el futuro de las producciones cinematográficas, no solo de Disney, sino de toda la industria.