Estados Unidos dio luz verde a una posible venta de fusiles M4A1 al Gobierno de Ecuador, una adquisición que podría alcanzar los USD 64 millones. La autorización fue anunciada por el Departamento de Estado el 1 de abril y busca fortalecer la lucha contra el crimen organizado. Estos rifles son usados por el Ejército estadounidense y por unidades de élite como los SWAT. Están diseñados para operaciones especiales, combate urbano y escenarios de alta intensidad. Además de los fusiles, Ecuador también quiere adquirir cargadores Magpul PMAG, manuales técnicos, entrenamiento especializado y apoyo logístico. La Agencia de Cooperación para la Seguridad de la Defensa ya notificó al Congreso de EE. UU. sobre el posible acuerdo. Las autoridades estadounidenses consideran que esta venta ayudaría a mejorar la capacidad de Ecuador para enfrentar amenazas actuales y futuras. El gobierno de Daniel Noboa ha reforzado sus relaciones militares con EE. UU. y busca mayor presencia de cooperación en temas de seguridad. CNN incluso reportó que Ecuador planea instalar una base militar estadounidense en Manta. Este posible acuerdo se da en medio de un país golpeado por la violencia y con fuerzas armadas enfrentando a bandas del narcotráfico. Noboa ya ha tenido reuniones con figuras como Donald Trump, reforzando su línea de acercamiento a Washington. Los M4A1 tienen fama de ser precisos, ligeros y versátiles, ideales para operaciones en zonas urbanas. El posible envío aún debe pasar por más procesos, pero ya genera debate. En Ecuador, algunos apoyan la medida por seguridad, mientras otros alertan sobre la influencia militar extranjera. La venta se enmarca dentro de un programa de fortalecimiento de las capacidades tácticas de países aliados. De concretarse, sería uno de los acuerdos armamentísticos más grandes en la región en lo que va del año.