Un nuevo escándalo sacude las eliminatorias sudamericanas para el Mundial de 2026. Un ecuatoriano, junto con dos hombres más, fue detenido en Curitiba, Brasil, acusado de espiar con un dron el entrenamiento de la selección brasileña de fútbol. Este incidente ocurrió justo antes del enfrentamiento entre Brasil y Ecuador, un partido clave en la séptima fecha de las eliminatorias, que además marca el debut de Sebastián Beccacece como director técnico de la Tricolor.

Según informó el medio brasileño Globo Esporte, la Policía Militar de Paraná identificó a los tres hombres como los responsables de operar el dron que sobrevoló y filmó la práctica de la selección brasileña el pasado martes. El grupo estaba compuesto por un brasileño, un venezolano y un ecuatoriano. Este último inicialmente afirmó ser colombiano, pero finalmente se descubrió su verdadera identidad, lo que aumentó las sospechas de un posible caso de espionaje deportivo.

Las fuerzas de seguridad no han descartado la posibilidad de que este acto haya sido un intento deliberado de espiar las tácticas y estrategias del equipo brasileño. La actitud evasiva de los detenidos, especialmente del ecuatoriano, refuerza esta hipótesis. De hecho, cuando las autoridades se acercaron al grupo, el brasileño que pilotaba el dron intentó deshacerse del aparato, arrojándolo contra unos árboles. A pesar de sus esfuerzos, las autoridades lograron recuperar el dron y otros dispositivos utilizados, como una computadora portátil y un teléfono celular, que ahora están bajo custodia policial para una investigación más profunda.

Este incidente ha generado un gran revuelo, no solo en Brasil, sino también en Ecuador, donde la noticia ha sido recibida con asombro. La Confederación Brasileña de Fútbol (CBF) aún no ha emitido un pronunciamiento oficial sobre el incidente, pero la polémica ya está instalada y amenaza con enturbiar el ambiente previo al partido.

La selección ecuatoriana, tras su partido contra Brasil, regresará a Quito para enfrentar a Perú el próximo 10 de septiembre en el estadio Rodrigo Paz Delgado. Este escándalo, sin embargo, podría tener repercusiones que vayan más allá del campo de juego, afectando la imagen de la Tri y generando tensiones entre ambas selecciones.