El Presupuesto para Seguridad en Ecuador alcanza cifras históricas durante el 2024, según la Proforma presupuestaria presentada por el Gobierno de Daniel Noboa. Este incremento incluye una partida significativa para el Servicio Nacional de Atención a Personas Privadas de la Libertad (SNAI), que verá un aumento del 112%, llegando a los USD 229 millones. Este impulso financiero tiene como objetivo principal la reestructuración del sistema nacional de rehabilitación social, con una asignación de USD 125 millones destinados a la construcción de dos nuevas cárceles en Pastaza y Santa Elena.

El anuncio de estas nuevas infraestructuras, con capacidad para 736 presos distribuidos en diferentes niveles de seguridad, marca uno de los puntos clave en el plan de inversión del gobierno para el presente año. Sin embargo, la ejecución real de estos proyectos enfrenta escepticismo debido a la baja ejecución presupuestaria registrada en años anteriores.

En un contexto de creciente preocupación por la seguridad interna, también se contempla un aumento en los fondos destinados al Ministerio del Interior, aunque persisten las dudas sobre la efectividad en la ejecución del gasto. Mientras tanto, la Policía Nacional y el Ministerio de Defensa recibirán incrementos mínimos en sus presupuestos, siendo la mayor parte destinada a sueldos.

A pesar de las asignaciones millonarias, el desafío del Gobierno de Noboa radica en concretar la adquisición de equipamiento básico para las fuerzas de seguridad, en un intento por fortalecer las capacidades de combate contra el narcotráfico y la criminalidad en el país. La inversión en proyectos como la recuperación de la capacidad operativa de la Fuerza Aérea Ecuatoriana y la implementación de la Brigada de Caballería Mecanizada en Manabí reflejan la voluntad del gobierno de enfrentar estos desafíos de manera más contundente.