La noche del 12 de octubre de 2025, un ataque armado acabó con la vida de seis personas y dejó a 15 heridas, entre ellas menores de edad. El ataque ocurrió en las calles 22 y Cristóbal Colón, en el suroeste de Guayaquil, durante una celebración en la vía pública. Los sicarios, que llegaron en varios vehículos, dispararon a quemarropa contra los asistentes. Los primeros informes indicaron que la masacre estaba relacionada con disputas internas de las bandas criminales que operan en la zona. La Policía, tras realizar un allanamiento, encontró mensajes comprometedores en el teléfono celular de Elkin S., uno de los detenidos. En estos chats, se mencionaba explícitamente que “mataron a un poco de gente que no tenía nada que ver”, lo que aumentó las sospechas de que la matanza fue un error o consecuencia de un ajuste de cuentas dentro de las mafias. Elkin S., detenido el 13 de octubre, relató a la Policía que uno de los vehículos implicados en la masacre fue dejado frente a su casa por Jasson M. C., un amigo con antecedentes penales. A pesar de su versión, los mensajes de su celular contradicen sus declaraciones, lo que llevó al juez a ordenar su prisión preventiva. Además, se encontraron pruebas de la conexión entre Elkin y otros miembros de la banda, quienes planificaron el ataque. La Policía sigue buscando a los responsables del crimen, mientras que el caso sigue siendo investigado. Entre las víctimas se encontraban personas sin antecedentes penales, lo que pone aún más en evidencia el nivel de violencia y descontrol que se vive en las zonas de Guayaquil controladas por organizaciones delictivas.