El Pentágono ha confirmado que el Secretario de Defensa de Estados Unidos, Lloyd Austin, ha estado hospitalizado desde el pasado 1 de enero. Esta revelación ha generado un escándalo debido a la falta de información pública sobre su estado de salud y las circunstancias que rodean su hospitalización.

Pat Ryder, secretario de prensa del Pentágono, indicó que Austin se encuentra recuperándose de complicaciones tras un procedimiento médico menor. Sin embargo, no se han ofrecido detalles adicionales sobre el procedimiento ni las complicaciones surgidas, citando motivos de privacidad y médicos.

Esta situación ha causado controversia, particularmente entre los miembros de la Asociación de Prensa del Pentágono, quienes han expresado su preocupación por la falta de transparencia. En una carta dirigida a Ryder y Chris Meagher, subsecretario de Defensa para Asuntos Públicos, la Asociación criticó la demora del Pentágono en informar al público, calificándola de escandalosa.

La subsecretaria de Defensa, Kathleen Hicks, estuvo preparada para asumir temporalmente las funciones de Austin si fuera necesario. La hospitalización del Secretario de Defensa se produce en un momento delicado, con aumentos de tensiones en Medio Oriente y la reciente acción militar de Estados Unidos en Bagdad que resultó en la muerte de un comandante respaldado por Irán.

Austin, de 70 años, es una figura central en los desafíos militares globales que enfrenta Estados Unidos. Su ausencia y la falta de información al respecto plantean preguntas sobre la transparencia y el protocolo en situaciones de salud de altos funcionarios.

El Pentágono ha mantenido un silencio prudente sobre los detalles específicos del estado de salud de Austin y el procedimiento al que fue sometido, citando el respeto a su privacidad. Este enfoque ha generado un debate sobre el equilibrio entre la privacidad personal y el derecho del público a estar informado sobre la salud de los