En un golpe contra el narcotráfico internacional, las autoridades colombianas anunciaron la interceptación de un monumental cargamento de heroína, con un peso de 53,5 kilos, que estaba destinado a Ecuador. Este alijo, descubierto en el departamento de Nariño, representa la mayor confiscación de este estupefaciente en los últimos dos años.

El operativo, llevado a cabo en el caserío de Santa Fe, contó con la participación conjunta de la Fiscalía, la DEA y el Ejército colombiano. El cargamento, camuflado en una vivienda modesta, tenía como primer destino la ciudad de Guayaquil, desde donde sería enviado al mercado estadounidense, revelaron las autoridades.

Lo más sorprendente del hallazgo fue el método utilizado por los narcotraficantes para camuflar la droga: calcomanías del club de fútbol ecuatoriano Barcelona S.C. Según las investigaciones, esta estrategia buscaba ocultar la verdadera naturaleza del cargamento y facilitar su transporte sin levantar sospechas.

Además de la incautación, la investigación reveló una posible conexión entre este alijo y una organización criminal transnacional que opera entre Colombia y Ecuador. Se hallaron pruebas de que estas organizaciones buscan establecer en el municipio de Buesaco un centro de producción y distribución de heroína, aprovechando su difícil acceso y condiciones geográficas propicias para el cultivo de amapola y la fabricación de la droga.

El valor total del estupefaciente se estima en USD 3,7 millones, lo que demuestra la magnitud del golpe contra el narcotráfico. Este operativo refuerza la cooperación entre Colombia y Ecuador en la lucha contra el tráfico de drogas, mostrando resultados concretos en la desarticulación de redes criminales.