En un veredicto sin precedentes, un tribunal británico declaró culpables a dos menores de 12 años por el brutal asesinato de Shawn Seesahai, un joven de 19 años, en Wolverhampton. Este caso, uno de los más impactantes en las últimas tres décadas, ha dejado una profunda marca en la justicia juvenil del Reino Unido.

El trágico suceso tuvo lugar el 13 de noviembre en un parque local, donde Seesahai fue atacado con un machete mientras se encontraba con un amigo. Los detalles presentados durante el juicio revelaron la extrema violencia del ataque: el machete penetró en la espalda de Seesahai, atravesando sus costillas, pulmón derecho y llegando al corazón, causándole la muerte instantánea.

Los testigos presentes en la escena describieron cómo uno de los menores, conocido por portar frecuentemente un machete, fue el primero en golpear a la víctima. Seesahai, en su intento de escapar, tropezó y fue brutalmente atacado.

La sentencia ha generado un intenso debate sobre la responsabilidad penal de los menores y las medidas preventivas necesarias para evitar que ocurra un crimen similar en el futuro. Expertos en justicia juvenil destacan que este caso sienta un precedente en la forma en que se manejan los delitos graves cometidos por menores de edad.

La condena ha sido recibida con una mezcla de alivio y preocupación por parte de la comunidad, que espera que este trágico evento sirva como un llamado de atención para abordar de manera más efectiva la violencia juvenil.