En un giro sorprendente y desgarrador, Omar Bin Omran, quien desapareció en 1997 a la edad de 17 años, fue encontrado vivo después de 27 años en el sótano de un vecino, a tan solo 200 metros de su propia casa en la ciudad de Djelfa. El joven, uno de nueve hermanos, se dirigía a una escuela vocacional cuando desapareció, sumiendo a su familia en la desesperación y la incertidumbre durante casi tres décadas.

La búsqueda inicial por Omar incluyó esfuerzos intensos como el uso del perro de la familia, que lamentablemente fue envenenado por el captor cuando empezó a seguir el rastro de Omar. Con el tiempo, la familia perdió la esperanza, especialmente después de la brutal guerra civil que asoló la región, asumiendo que Omar había sido una de sus innumerables víctimas.

Sin embargo, la verdad era mucho más aterradora y cercana. Omar fue mantenido cautivo en un sótano, oculto bajo un montón de heno. La situación solo salió a la luz debido a una disputa por una herencia familiar, que llevó al hermano del captor a revelar la ubicación de Omar. Esta confesión desencadenó un rescate dramático el 12 de mayo, capturado en video y que se viralizó rápidamente, mostrando a un Omar confuso y desorientado mientras la luz de las antorchas iluminaba su prisión.

El captor, un funcionario público de 61 años que había llevado una vida aparentemente normal, fue arrestado y enfrentará cargos severos por este crimen atroz. Las autoridades han prometido un juicio riguroso para el culpable.