El presidente ecuatoriano, Daniel Noboa, ha marcado un nuevo rumbo en la política penitenciaria del país. El 11 de enero de 2024, en un mensaje transmitido por video, presentó los modelos de las futuras cárceles de máxima seguridad que se construirán en Pastaza y Santa Elena.

Aunque inicialmente se esperaba la colocación de la primera piedra, lo que se presentó fueron los innovadores diseños de estas prisiones. Noboa, con una visión clara, subrayó la importancia de la ubicación estratégica de estas cárceles, alejadas de la influencia de grupos narcoterroristas, reforzando la seguridad y la eficacia en la lucha contra la delincuencia.

Las características de estas nuevas instalaciones son impresionantes. Incluirán módulos de supermáxima, máxima y alta seguridad, sistemas de inhibición de señales celulares y satelitales, y tecnología de punta en control electrónico. Además, contarán con acceso digital y análogo, triple seguridad perimetral, autogeneración eléctrica, tratamiento de aguas, construcción blindada y guardias sin rostro.

Las cárceles tendrán el mismo diseño que aquellas construidas por la compañía responsable de los centros de máxima seguridad en México y El Salvador.

Ubicadas a una distancia prudente de los centros poblados, entre 20 y 30 minutos en coche, estas prisiones aseguran la logística necesaria para el abastecimiento de alimentos, medicinas y otros insumos, garantizando así su funcionamiento óptimo y seguro.