La peregrinación anual en La Meca, uno de los eventos religiosos más importantes para los musulmanes, se ha convertido en una tragedia debido a una ola de calor sin precedentes. Desde su inicio el pasado viernes 14 de junio, más de un millón de peregrinos han llegado a la ciudad santa saudí para cumplir con sus rituales, pero las altas temperaturas han cobrado un alto precio en vidas humanas.

Este lunes, las temperaturas alcanzaron un récord histórico de 51.8 grados Celsius en la Gran Mezquita de La Meca. Según las autoridades, hasta el momento se han confirmado 557 fallecidos, aunque este número podría aumentar ya que las cifras son reportadas por cada país de origen de los peregrinos.

Las ambulancias y los equipos de emergencia se vieron desbordados por la situación, con dificultades para acceder a las áreas más congestionadas por los peregrinos. La desesperación se apoderó de los asistentes y los socorristas, quienes lucharon por brindar atención médica en medio del caos. A pesar de las advertencias previas de las autoridades sobre los peligros de las altas temperaturas, muchos peregrinos no pudieron evitar las horas de mayor calor.

El impacto del cambio climático es evidente en eventos como este. En los últimos 10 años, la temperatura en la región ha aumentado 0.4 grados, complicando aún más la realización de actividades al aire libre de larga duración. El año pasado, la peregrinación dejó 240 muertos por golpes de calor, una cifra que ya preocupaba a las autoridades.