El caso de la trágica muerte de Liam Payne, exintegrante de la famosa banda One Direction, ha dado un nuevo giro con la entrega voluntaria de un sospechoso. A casi tres meses del incidente, ocurrido en un hotel de Buenos Aires, continúan las investigaciones para esclarecer lo sucedido.

El pasado lunes, David Ezequiel Pereyra, empleado del hotel CasaSur donde ocurrió el fallecimiento, se presentó ante las autoridades. Según la Fiscalía, Pereyra está acusado de suministrar estupefacientes al cantante británico a cambio de dinero, lo que lo involucra en el delito de suministro de drogas.

Además, otras tres personas han sido procesadas por homicidio culposo. Entre los implicados están el representante argentino de Payne, la gerente del hotel y el jefe de recepción, quienes enfrentan medidas cautelares que incluyen un embargo de 50 millones de pesos argentinos (aproximadamente 48.000 dólares).

El trágico incidente tuvo lugar el pasado 16 de octubre, cuando Liam Payne cayó desde el balcón del tercer piso del hotel. Los resultados de la autopsia confirmaron múltiples traumas, hemorragias internas y externas, además de 25 lesiones compatibles con una caída desde gran altura.

El informe forense también reveló que el cantante había consumido alcohol, cocaína y un antidepresivo antes de su muerte, lo que complicó aún más el caso.

La noticia ha generado conmoción entre los seguidores de Payne y en el mundo de la música, mientras las autoridades avanzan en el esclarecimiento de los hechos.