Mercedes Caicedo, la jueza que llevó la batuta en el caso Metástasis, denunció amenazas contra su vida y la de su familia. La magistrada, que lideró el proceso que envió a prisión a 20 procesados por delincuencia organizada, ya presentó la denuncia en Fiscalía, aunque prefirió no revelar más detalles. A sus 37 años, es la jueza más joven de la Corte Nacional de Justicia, y no ha dudado en seguir en su cargo, aunque admitió haber pensado en renunciar por el nivel de riesgo. En octubre de 2024, dirigió jornadas intensas para evitar que algunos implicados quedaran libres por vencimiento de plazos. Ahora, tras emitir la sentencia, comenzó a recibir amenazas. "Sigo siendo amenazada, sigo en riesgo", dijo la jueza, que pidió protección estatal. La Corte Nacional y la Asociación de Jueces de Ecuador se solidarizaron con ella y exigieron a las autoridades que garanticen su seguridad. El caso Metástasis destapó una red de corrupción vinculada al narcotráfico y al sistema judicial. Como parte del fallo, los implicados también deben pagar USD 4 millones como reparación. Estas amenazas levantan preocupación sobre la independencia judicial en el país. Caicedo, sin embargo, ha dejado claro que no se va a callar y que seguirá al frente de los procesos judiciales. Su valentía ha sido aplaudida por sectores ciudadanos y organizaciones jurídicas. En un país golpeado por el crimen organizado, su caso es un llamado urgente a proteger a quienes enfrentan a estas estructuras. La justicia está en juego, y los jueces honestos no deben quedar solos. La situación de Caicedo es una alerta más del difícil escenario que vive Ecuador.