En una escalofriante madrugada del 30 de junio, dos sujetos armados con pistolas perpetraron un asalto en un local de comida rápida ubicado en Plaza de Toros, al norte de Quito. El violento hecho, que duró menos de dos minutos, quedó registrado en las cámaras de seguridad del establecimiento y ha causado conmoción en la comunidad.

Los asaltantes ingresaron al local con las caras parcialmente cubiertas: uno llevaba un casco de moto y el otro una capucha. Al entrar, apuntaron con sus armas a los clientes, generando pánico y caos. Una pareja intentó desesperadamente huir del peligro, pero la puerta estaba cerrada, atrapándolos en una situación aterradora. Otros clientes, sentados en una de las mesas, trataron de ocultar sus pertenencias debajo de la mesa, con la esperanza de salvar algo de valor.

Los ladrones, sin embargo, revisaron a cada persona en el local, llevándose todo lo que querían. Salieron del establecimiento con amenazas a las víctimas, dejando tras de sí una estela de miedo y frustración.

Este incidente es un reflejo de la alarmante situación de violencia que vive Ecuador. Desde principios de año, el presidente Daniel Noboa ha intensificado la lucha contra el crimen organizado, elevando esta batalla a la categoría de “conflicto armado interno”. Esta medida busca catalogar a las bandas criminales como grupos terroristas y actores beligerantes no estatales, en un esfuerzo por frenar la ola de violencia.