La Policía Nacional de Ecuador informó la detención de dos personas en relación con la desaparición y muerte de cuatro jóvenes en la provincia de Santa Elena. Las víctimas, identificadas como Kevin Mero, Kiarine Peña, Israel Paredes y María José Quintero, fueron reportadas como desaparecidas el pasado 3 de agosto de 2024 en Puerto López, provincia de Manabí.

Los sospechosos, un hombre y una mujer, fueron aprehendidos durante un operativo policial en el sector de Villanueva, Guayas. Según la información oficial, los detenidos se movilizaban en un vehículo en el que habrían estado las víctimas antes de su desaparición. Este hallazgo ha sido fundamental para avanzar en las investigaciones y esclarecer los hechos que rodearon la desaparición de los jóvenes.

El Teniente Coronel Carlos Perugachi, jefe nacional de Criminalística, declaró a los medios locales que los cuerpos fueron encontrados embalados en el sector de Olón, Santa Elena. Entre las víctimas, dos eran hombres y dos mujeres. Las autoridades han llevado a cabo investigaciones detalladas en la escena del crimen para recabar pruebas que permitan entender las circunstancias exactas de las muertes.

El Mayor Rodrigo Cruz, jefe del Distrito de Policía de Santa Elena, confirmó que los familiares de las víctimas pudieron identificar los cuerpos en el lugar del hallazgo. Este trágico evento ha dejado a la comunidad en estado de shock y a las familias buscando respuestas y justicia.

De acuerdo con los relatos de los familiares, los jóvenes se encontraban conversando en Puerto López, donde habían estacionado una camioneta blanca con franja verde, vehículo en el que se movilizaban. Fue en este momento cuando fueron secuestrados. A pesar de que la Policía Nacional intervino rápidamente, no se logró dar con el paradero de los jóvenes hasta el día de hoy, cuando fueron encontrados sin vida.

Las investigaciones continuarán para determinar la implicación de los detenidos y las circunstancias precisas que llevaron a la muerte de los cuatro jóvenes. Este caso ha resaltado la necesidad de fortalecer la seguridad y la vigilancia en las comunidades para prevenir crímenes similares en el futuro.