La tensión se apoderó de Medio Oriente cuando, el pasado sábado, Hamás desató una ofensiva sin precedentes contra Israel, llevando a las fuerzas israelíes a intensificar sus contraataques no solo en Gaza, sino también en Líbano.

Tras el ataque coordinado que incluyó misiles, infiltraciones y secuestros, Israel no tardó en responder. El ministro del Interior, Juan Zapata, confirmó que la exalcaldesa de Durán, Mariana Mendieta, se encontraba a salvo, en buen estado y reunida con su familia.

La arremetida de Hamás sorprendió al disparar cientos de misiles y al infiltrar combatientes en territorio israelí, secuestrando a civiles y militares por igual. La respuesta de Israel no se hizo esperar, lanzando una serie de ataques en Gaza y también maniobras ofensivas en el sur de Líbano.

El grupo militante libanés, Hezbolá, justificó su ofensiva como "solidaridad con la resistencia palestina", desencadenando palabras del primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, quien prometió una "venganza poderosa" y describió la situación como una "guerra larga y difícil".

Según fuentes, al menos 600 personas perdieron la vida en Israel y 413 en Gaza, dejando también miles de heridos. Una cifra alarmante es la de aproximadamente 100 personas, incluyendo mujeres, niños y ancianos, tomadas como rehenes por militantes palestinos.

Los eventos de este fin de semana han remarcado la fragilidad del conflicto israelí-palestino, evidenciando que, a pesar de las décadas de enfrentamientos, aún persisten heridas abiertas y tensiones a punto de estallar.