En las oficinas de Ecuador, el apoyo más valioso suele estar sentado a un escritorio de distancia. La mayoría confía en sus colegas para resolver problemas y siente que esa mano amiga empuja la satisfacción y la motivación. El portal Multitrabajos reporta que los ecuatorianos encabezan en América Latina el amor por su trabajo. Además, ocho de cada diez aseguran que la amistad en el espacio laboral fortalece el sentido de pertenencia a la empresa. Nueve de cada diez apuntan que el compañerismo y la simpatía generan bienestar, elevan la satisfacción y mejoran el rendimiento. Esa misma mayoría afirma que la camaradería también impulsa la motivación diaria. La confianza entre pares aparece como clave para sacar adelante tareas y apagar incendios. Siete de cada diez dicen que recurren a sus compañeros cuando surgen trabas. El 31% lo hace porque ve en ellos conocimientos y habilidades necesarios. Otro 30% menciona que la buena comunicación y el trabajo en equipo marcan la diferencia. El 21% destaca la disposición constante para ayudar. El 12% resalta que hay un ambiente de confianza y respeto. Y un 4% recuerda que en el pasado ya recibieron ayuda y por eso vuelven a tocar la misma puerta. Para Andrea Vinueza, docente de la UDLA, los lazos de amistad reducen agotamiento, amortiguan el estrés y abren la puerta a más colaboración. Cuando existe confianza, se comparte información y aparecen ideas frescas. Sebastián Lima, experto de SGF Global, recalca que esta dinámica pesa en la productividad, en los resultados y en la marca empleadora de cada compañía. Conectar a personas alineadas con un mismo propósito hace que los objetivos se cumplan mejor. Tener amigos en el trabajo también influye en quedarse o irse de un puesto. En Ecuador, apenas tres de cada diez amistades pasan la barrera del horario laboral, el porcentaje más bajo de la región. El mensaje del estudio es claro: la camaradería pesa y los ecuatorianos la están aprovechando.