En un caso de divorcio en Turquía, dos loros están a punto de hacer historia al convertirse en testigos clave después de supuestamente exponer la infidelidad de la esposa de su dueño. Según informes, los loros habrían estado repitiendo una frase sugestiva que insinuaba la infidelidad de la esposa cada vez que el esposo se ausentaba de casa.

El abogado de la víctima del adulterio, Ted Buckland, reveló que el descubrimiento se produjo cuando los loros comenzaron a repetir la frase "mi marido no está en casa, ven" con frecuencia. Aunque al principio se consideró como una simple travesura de las aves, la persistencia de las palabras llevó al esposo a sospechar y eventualmente iniciar el proceso de divorcio.

La peculiar situación ha generado un gran revuelo en las redes sociales, con Buckland compartiendo una imagen de su cliente junto a los dos loros posados en sus hombros frente al Palacio de Justicia en Estambul. En su publicación, el abogado resaltó que los loros serán testigos en el caso, indicando que su cliente descubrió la infidelidad gracias a las palabras repetidas por las aves.

Este caso ha puesto en el punto de mira la sorprendente capacidad de los loros para repetir frases que escuchan con regularidad, lo que ha desatado debates sobre la posibilidad de utilizar testimonios de animales en procedimientos legales.

En un contexto más amplio, Turquía ha sido testigo de cambios en sus leyes relacionadas con el adulterio. Anteriormente considerado como un delito punible con cárcel, el adulterio fue despenalizado en 2004 como parte de los esfuerzos del país por unirse a la Unión Europea. Sin embargo, desde entonces, las negociaciones de adhesión a la UE se han estancado debido a preocupaciones sobre el retroceso en democracia y derechos fundamentales en Turquía.

El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, ha planteado la posibilidad de debatir el retorno de la criminalización del adulterio, argumentando que la sociedad turca está experimentando un cambio en sus valores morales.