En una cadena nacional, el presidente Guillermo Lasso decretó la "muerte cruzada", disolviendo la Asamblea Nacional y convocando a elecciones generales en respuesta a la grave crisis política que atraviesa Ecuador.

Según Lasso, esta medida es necesaria para avanzar hacia una solución que brinde esperanza a las familias ecuatorianas y para enfrentar los desafíos de seguridad y terrorismo. El presidente acusó a la Asamblea de desestabilizar la democracia y el estado, y de bloquear las iniciativas legislativas presentadas por el Ejecutivo.

Además, Lasso firmó su primer Decreto Ley de urgencia económica para reducir impuestos, el cual será remitido a la Corte Constitucional para su sanción.

Lasso permanecerá en funciones hasta el cambio de gobierno en seis meses. Aseguró que esta decisión es una respuesta democrática a la crisis política y a la conmoción interna, y hace un llamado al Consejo Nacional Electoral para una convocatoria inmediata a elecciones legislativas y presidenciales.