En una audiencia conmovedora ante la Comisión Judicial del Senado de Estados Unidos, Mark Zuckerberg, CEO de Meta, ofreció disculpas públicas a un grupo de familias cuyos hijos sufrieron graves consecuencias, incluyendo autolesiones y suicidio, que atribuyen al uso de redes sociales. "Lamento todo lo que han pasado", expresó Zuckerberg, enfatizando su compromiso con la seguridad en las plataformas digitales.

La reunión, que también contó con la presencia de ejecutivos de TikTok, Twitter, Snapchat, y otras redes sociales, fue un campo de batalla sobre el impacto de estas plataformas en la salud mental de los jóvenes. Las familias presentes relataron cómo sus hijos se vieron negativamente influenciados por el contenido en línea.

A pesar de las disculpas, Zuckerberg defendió a Meta de las acusaciones, señalando la falta de evidencia científica que relacione directamente el uso de redes sociales con problemas de salud mental. Citó un informe de las Academias Nacionales de Ciencias, que analizó más de 300 estudios y no encontró pruebas concluyentes de tal impacto.

Esta defensa no aplacó las críticas. El senador Josh Hawley desafió a Zuckerberg a compensar a las familias afectadas, mientras que activistas en defensa de los jóvenes cuestionaron la sinceridad de sus disculpas, exigiendo que la empresa no obstruya futuras regulaciones.

Recientemente, Nueva York declaró las redes sociales como una amenaza para la salud pública de los jóvenes, elevando el debate a un nivel más alto. Este escenario pone en el foco la pregunta crucial: ¿Hasta qué punto internet y las redes sociales están afectando la salud mental de las nuevas generaciones?