Un call center en el norte de Quito escondía una red criminal que se hacía pasar por empresa de préstamos. La madrugada de este jueves, la Policía y la Fiscalía allanaron el lugar y detuvieron a 40 personas. En total, había 100 trabajadores que fingían ser operadores, todos liderados por dos ciudadanos chinos. La banda engañaba a las víctimas ofreciendo créditos con bajos intereses, pero el objetivo real era robar su información personal. Una vez que la víctima entregaba sus datos, los extorsionaban con amenazas violentas. Según la Dinased, la red usaba videos modificados con inteligencia artificial para chantajear con imágenes sexuales o de asesinatos. Algunos recibieron clips de gente armada o escenas macabras si no pagaban. Esta táctica es conocida como doxing, y ya ha afectado a cientos en Ecuador, Colombia y México. Desde 2024, la Fiscalía ha recibido al menos 265 denuncias por este tipo de extorsión digital. El operativo tomó meses de seguimiento y concluyó con el desmantelamiento total del centro. Además del robo de datos, se hallaron softwares para alterar rostros y voces. Las autoridades creen que esta red ganó miles de dólares con esta modalidad. La Fiscalía imputará a los detenidos por extorsión, amenazas y delitos informáticos. La Policía pide a los ciudadanos que no ingresen datos personales en enlaces dudosos. Muchas víctimas pensaban que estaban haciendo un trámite legal, pero cayeron en manos de delincuentes. Lo más grave: algunos mensajes contenían amenazas de muerte. El caso sacude a Quito y revela cómo el crimen ha evolucionado con tecnología. Las investigaciones siguen para determinar cuántas personas más están involucradas. La recomendación: no confiar en préstamos fáciles por redes sociales o mensajes sospechosos. La justicia ya está actuando, pero el daño en muchas familias ya está hecho.