Bajo el imponente marco del Chimborazo, la comunidad Nueva Vida de Pilahuín celebró con júbilo. Manuel Caizabanda, Prefecto de Tungurahua, en un gesto aplaudido, hizo la entrega oficial de un esperado tanque reservorio de agua. La festividad, acompañada por la banda local, se hizo eco entre los 200 comuneros presentes.

Este tanque, construido en solo 2 meses, es una muestra sólida de la colaboración entre autoridades y ciudadanos. Con una capacidad de 100 metros cúbicos y una distribución de 1,20 litros por segundo, esta obra es más que una simple estructura de hormigón armado; es el fruto de años de esfuerzo. Los fondos provienen del Plan de Manejo de Páramos, y con una inversión total de $18,000, promete abastecer a 800 familias de Nueva Vida.

Luis Alfredo Matiag, Presidente de la comunidad, no pudo ocultar su alegría. En palabras conmovedoras, extendió su agradecimiento al Prefecto Caizabanda, destacando su compromiso incuestionable. La inspección de la nueva instalación culminó con las autoridades saboreando un vaso del preciado líquido, antes de realizar el esperado corte de cinta.

Con esto, se marca no solo un hito en la historia de Nueva Vida sino un ejemplo de perseverancia y colaboración comunitaria.