La violencia en las cárceles de Ecuador sigue escalando, y esta vez el escenario fue la cárcel de Machala, en la provincia de El Oro. La mañana del 3 de octubre, un interno identificado como Jefersson Matamoros Azantza asesinó a su compañero de pabellón, JA Rojas Ramírez, en un incidente que ha dejado nuevamente al descubierto la crisis de seguridad en los centros de privación de libertad del país.

El crimen ocurrió en el pabellón 2, celda 6, donde Matamoros Azantza, procesado por delitos de robo, asesinato y extorsión, disparó al menos ocho veces contra su víctima utilizando una pistola Glock. Las autoridades fueron alertadas del suceso y el personal de Medicina Legal y Criminalística ingresó a la prisión para iniciar las investigaciones correspondientes.

Este asesinato llega en un contexto de creciente violencia dentro de las prisiones de Ecuador, dos días después de otro altercado en la cárcel de Turi, en la provincia de Azuay, donde también un interno perdió la vida durante una riña. Estos incidentes han generado preocupación tanto en las autoridades como en la ciudadanía, que reclaman mayor control sobre las armas que circulan en el interior de los centros penitenciarios.

Según estadísticas del Ministerio del Interior, hasta agosto de 2024, se han registrado 25 muertes violentas en centros de rehabilitación social del país. Este número evidencia la falta de seguridad y control en los recintos carcelarios, donde las mafias y el crimen organizado siguen operando impunemente. Las autoridades aún no han dado declaraciones oficiales sobre las acciones que tomarán para enfrentar esta problemática, pero se espera que este nuevo asesinato genere reacciones inmediatas.

El suceso en la cárcel de Machala reabre el debate sobre las reformas necesarias para mejorar las condiciones de seguridad y reducir los altos niveles de violencia dentro de las prisiones del país. Por ahora, la investigación sobre la muerte de Rojas Ramírez está en curso, mientras familiares y allegados esperan respuestas sobre cómo un arma de fuego pudo entrar en un recinto de alta seguridad.