En un intento innovador por enfrentar el deshielo acelerado del Ártico, un equipo de científicos de la compañía holandesa Arctic Reflexión ha realizado una prueba experimental con el objetivo de engrosar la capa de hielo. Esta prueba, que se llevó a cabo en abril en Svalbard, Noruega, consistió en bombear agua del mar sobre el hielo para que se congelara rápidamente en las temperaturas gélidas del Ártico. El experimento permitió aumentar el grosor del hielo en varios puntos de la zona, alcanzando un espesor adicional de 24 centímetros.

El proyecto busca mitigar el impacto del cambio climático, que ha provocado la reducción del volumen de hielo marino en un 75% en los últimos 40 años. Según los investigadores, el hielo tratado duró seis días más durante el verano en comparación con áreas no tratadas, lo que genera expectativas positivas sobre la efectividad de esta técnica.

No obstante, los científicos enfatizan que esta fue solo una prueba preliminar en un área reducida, y que se requieren más estudios de campo para demostrar completamente la viabilidad de esta estrategia. Su objetivo es aplicar esta técnica a gran escala, buscando engrosar la capa de hielo en hasta 100.000 kilómetros cuadrados cada año, una cifra considerable que podría ayudar a frenar el deshielo estacional del Ártico.

A pesar de los resultados prometedores, los informes sobre el calentamiento global continúan siendo alarmantes. El aumento de las temperaturas en el Ártico sigue avanzando a pasos agigantados, y los investigadores creen que es crucial implementar soluciones como esta para salvar una de las regiones más afectadas por el cambio climático.

La comunidad científica y los gobiernos del mundo se mantienen atentos a los avances de este proyecto, que podría ser clave en la lucha contra el cambio climático. Sin embargo, aún queda mucho por hacer y el futuro del Ártico sigue siendo incierto. ¿Será esta técnica la respuesta para detener el deshielo?