A tan solo unos meses de la última votación, Ecuador se prepara para un nuevo acto democrático. Este 20 de agosto, en un acto sin precedentes, los ciudadanos se enfrentarán a cinco papeletas en las elecciones generales.

El Presidente Guillermo Lasso, tras intentar infructuosamente buscar apoyo en la Asamblea Nacional y evitar un juicio político por supuesto peculado, se vio obligado a disolver la Asamblea el 17 de mayo. Esta acción, conocida como "muerte cruzada", establecida en la Constitución del país, obliga a la celebración de nuevas elecciones presidenciales y legislativas.

Este es el segundo momento del año que los ecuatorianos son convocados a las urnas. El 20 de agosto, aproximadamente 13.04 millones de personas deberán elegir al nuevo Presidente y Vicepresidente de entre ocho binomios en liza.

Pero la tarea de los votantes no terminará ahí. Ese mismo día, se deberán elegir también los nuevos asambleístas nacionales, provinciales y del exterior, que completarán el período de los predecesores hasta mayo de 2025.

Además de los asambleístas y la dupla presidencial, el Consejo Nacional Electoral ha propuesto dos consultas populares. Una a nivel nacional que busca frenar la explotación petrolera del Bloque ITT, y otra específica para la región de Pichincha, que intenta prohibir actividades mineras en la zona de Chocó Andino. Ambas serán decididas el mismo día de las elecciones.