El pasado 26 de abril, un helicóptero que transportaba ocho personas hacia Tiwino en Pastaza para entregar ayuda humanitaria explotó en pleno vuelo. La Fiscalía anunció inicialmente el hallazgo de los ocho cuerpos, pero más tarde se corrigió la información, confirmando que solo cinco fueron recuperados. Entre los desaparecidos se encuentran Cristian Morales, Katya Aragón y Erik Reyes, cuyos familiares siguen en angustiosa espera de noticias.

La comunidad y las familias afectadas han pedido intensificar la búsqueda, solicitando incluso apoyo internacional. Roberto Rigoberto, padre de uno de los desaparecidos, expresó su frustración por la falta de resultados y la dificultad del terreno que complica las operaciones de rescate. "Si el Ejército encuentra imposible continuar, necesitamos que el gobierno llame a la ayuda internacional", declaró Rigoberto en una entrevista con Eco Amazónico.

Por otro lado, el padre de Katya Aragón lamentó la confusión y el dolor causado por las primeras informaciones erróneas sobre los cuerpos recuperados. "Nos dijeron que habían encontrado y reconocido todos los cuerpos, pero al llegar, descubrimos que faltaban tres, incluido el de mi hija", compartió durante la misma entrevista.

Desde el incidente, múltiples brigadas, incluyendo la Brigada de Aviación del Ejército y la Cruz Roja, han estado buscando sin descanso en la región, complicada por su densa vegetación y condiciones adversas.