Ecuador vivió en 2024 un alarmante aumento de la violencia contra menores de edad. Según cifras del Ministerio del Interior, 403 niños y adolescentes, de entre 1 y 17 años, murieron en hechos violentos, un 14% más que en 2023.

De estos, 70 eran menores de 15 años. Uno de los casos más impactantes ocurrió en Puebloviejo (Los Ríos), donde un niño de seis años murió en medio de un ataque con fusiles en julio pasado.

La provincia del Guayas concentra el 48,8% de los homicidios de menores. Guayaquil es la ciudad más golpeada, con 116 asesinatos, seguida de Durán y Samborondón. En barrios como Nueva Prosperina y Las Malvinas, los menores son víctimas del reclutamiento por parte de bandas criminales.

Niños de tan solo 1 y 2 años también fueron asesinados en ataques relacionados con amenazas y disputas territoriales. Casos como el de los cuatro niños asesinados en Las Malvinas conmocionaron al país y resaltaron la grave situación de inseguridad.

Aunque en general los homicidios disminuyeron un 12,71% en 2024, los asesinatos de adolescentes de 15 a 17 años aumentaron un 26%. Según expertos, el reclutamiento en bandas inicia desde los 12 años, y a los 15 muchos ya participan en extorsiones o sicariatos.

Un estudio señala que los adolescentes pueden ganar entre USD 3.000 y USD 50.000 por sicariatos. La falta de oportunidades y la ausencia del Estado en sectores vulnerables como Durán y Yaguachi contribuyen al crecimiento de este fenómeno.

La presencia de Grupos de Delincuencia Organizada (GDO) en estos territorios hace que el reclutamiento de menores sea más efectivo, dejando a las familias y comunidades en un estado de desesperanza.

El panorama refleja la urgencia de acciones estatales para frenar la violencia y ofrecer alternativas reales para los menores en riesgo.