El plan de una Asamblea Constituyente en Ecuador arrancó oficialmente y ya tiene fecha clave. La consulta popular será el 16 de noviembre de 2025, confirmada por el CNE. Si el Sí supera el 50%, el país pasará a elegir a 80 constituyentes. Después, habrá una tercera votación para decidir si la nueva Constitución entra en vigencia. Solo el paquete de tres elecciones podría pasar los USD 180 millones. La consulta inicial tiene un presupuesto cercano a USD 60 millones certificado por Finanzas. La elección de los 80 asambleístas sería más costosa por inscripciones, calificación y campaña, con una proyección mayor a USD 60 millones. La ratificación final también demandaría más de USD 60 millones por la difusión del texto constitucional. En paralelo se debe montar y operar la Asamblea por entre seis y ocho meses. Los salarios de los 80 legisladores sumarían alrededor de USD 500.000 al mes. En seis meses, aquello equivaldría a unos USD 3 millones. Si se usan dos meses extra, el rubro subiría en alrededor de USD 1 millón. Cada asambleísta requerirá al menos un asesor y un asistente, lo que suma otros USD 500.000 mensuales. Las ocho mesas legislativas necesitarán un secretario, un asesor y un asistente, por unos USD 100.000 mensuales. Con ese personal mínimo, la planilla mensual bordearía USD 1,1 millones, sin contar otras áreas. En seis meses, ese mínimo rebasaría los USD 10 millones y en ocho meses pasaría de USD 13 millones. A esto se añadirán gastos de sede, limpieza, servicios básicos, equipos, seguros y logística. También se prevén movilización, vivienda y alimentación para quienes trabajen fuera de su residencia habitual. En 2007-2008, con 130 miembros durante 11 meses, la Constituyente devengó USD 28,8 millones, sin incluir Ciudad Alfaro, y llegó a tener más de 700 funcionarios. Ahora, el CNE definirá la sede de la nueva Asamblea, que podría estar fuera de Quito, con impacto directo en el presupuesto final que podría superar los USD 200 millones.