La situación del ECU911 es cada vez más crítica, con equipos que están al borde de cumplir una década de servicio y una tecnología obsoleta que urge modernizar. Con más de 7.000 cámaras a nivel nacional, el sistema enfrenta problemas de operatividad y mantenimiento debido a la falta de un plan de modernización efectivo. Aunque en 2014 se planteó la necesidad de actualizar la plataforma diseñada por la empresa china CEIEC, los problemas presupuestarios han impedido su realización.

Según un informe de Contraloría, los contratos con CEIEC siguieron un modelo de "créditos atados", donde China proporcionaba financiamiento a cambio de contratos para empresas chinas. Sin embargo, con el cambio de gobierno en Ecuador, se cuestionaron estas prácticas y se buscó reducir el gasto público, afectando el presupuesto del ECU911.

El sistema enfrenta dificultades técnicas adicionales debido a su estructura de código cerrado, lo que dificulta la integración de nueva tecnología y la realización de actualizaciones. Además, la empresa CEIEC, proveedora original, ha sido sancionada por el gobierno de Estados Unidos por presuntas actividades de vigilancia digital en Venezuela.

A pesar de los intentos de buscar alternativas de modernización, el ECU911 sigue dependiendo de contrataciones parche para mantener su operatividad, lo que ha generado preocupación sobre la eficacia del sistema en situaciones de emergencia.