Jorge Glas, el exvicepresidente que no deja de estar en el centro de la noticia, volvió a mover fichas legales en su contra. Esta vez, su defensa presentó una recusación para separar a dos jueces del tribunal que lleva el caso de la reconstrucción de Manabí, por el supuesto mal uso de los fondos tras el terremoto de 2016. Los jueces señalados son Marco Rodríguez y Javier de la Cadena, a quienes acusa de ya haber fallado en casos donde él estuvo involucrado. La jueza Mercedes Caicedo decidirá si les da la salida. Mientras tanto, el juicio por peculado, donde también está implicado Carlos Bernal, se reprogramó para el 17 de junio. El viernes pasado no se instaló porque la defensa de Glas exigió que primero se cumpla una evaluación psiquiátrica, ordenada por otro juez. La Fiscalía tiene hasta el 16 de junio para presentar el informe. Además, Glas presentó un habeas corpus contra todo el tribunal. En este proceso, hay otro equipo de jueces que ya fue sorteado y la audiencia es este mismo martes, 10 de junio, a las 14:00. Todo esto ocurre mientras Glas fue llevado nuevamente a La Roca, en Guayaquil, después de estar en Quito por tres días. Su regreso fue bajo un fuerte operativo de seguridad. La recusación fue presentada justo antes de que inicie la audiencia del 6 de junio, algo que la jueza Caicedo no dejó pasar por alto y dejó ver que podría tratarse de una estrategia para ganar tiempo. En el sistema judicial no aparecen aún los documentos completos de los recursos presentados por Glas. El juicio se centra en el uso de millones de dólares de la Ley de Solidaridad que, según la Fiscalía, no fueron bien empleados. La defensa de Glas insiste en que sus derechos no han sido respetados. La jueza Caicedo ya dio luz verde a la espera del examen psiquiátrico. Si el informe no llega a tiempo, la audiencia del 17 de junio podría volver a suspenderse. Con estos movimientos, el caso sigue sin una resolución clara. Y mientras tanto, los manabitas siguen esperando justicia.