Desde enero, han llegado 12 vuelos con migrantes retornados, tres de ellos en aviones militares estadounidenses.

Las deportaciones han aumentado tras las medidas más estrictas contra migrantes impuestas por el gobierno de Donald Trump.

Según datos oficiales, en EE.UU. residen 1,2 millones de ecuatorianos, de los cuales 400.000 están en situación irregular.

Si la tendencia continúa, se espera que la cifra de deportaciones en 2025 sea similar a la de 2024, con más de 3.500 expulsados.

El gobierno ecuatoriano ofrece apoyo a los deportados, incluyendo un bono de USD 470 por tres meses para su reinserción.

Además, reciben USD 50 a su llegada, otorgados por el Programa Mundial de Alimentos, para cubrir gastos básicos.

Una plataforma digital permite a los retornados inscribirse para acceder a beneficios y capacitaciones laborales.

La canciller Gabriela Sommerfeld defendió las acciones del gobierno y aseguró que los migrantes no están abandonados.

Sin embargo, legisladores del correísmo criticaron la gestión y afirmaron que las ayudas no son suficientes.

El tema migratorio se mezcló con la política tras la victoria de Daniel Noboa en las circunscripciones del exterior.

Sommerfeld destacó que los migrantes han respaldado al actual gobierno en las recientes elecciones.

Desde la Revolución Ciudadana denunciaron que el oficialismo usó recursos estatales para hacer campaña en el exterior.

Las cifras de deportaciones siguen en aumento y miles de ecuatorianos aún enfrentan el riesgo de ser expulsados.

Las autoridades han pedido a los migrantes informarse sobre los riesgos de viajar de manera irregular.