La caída de la cooperativa CREA dejó a miles de ecuatorianos con el corazón en la mano y los bolsillos en cero. Desde el pasado 29 de julio, cuando la Superintendencia de Economía Popular y Solidaria (SEPS) suspendió sus operaciones, los socios viven días de angustia. Aunque se les prometió que el 98% de ellos recuperará su dinero gracias al seguro de depósitos, muchos no confían del todo. Quienes tienen más de USD 32.000 en ahorros saben que el seguro no les cubrirá la totalidad. Solo el lunes 4 de agosto, más de 200 personas se apostaron en los exteriores de la sede de Cuenca, con carteles y megáfonos, exigiendo respuestas. Una sola mujer pudo ingresar a dialogar con el administrador temporal, pero salió con la misma información de siempre. El proceso de liquidación aún no comienza y deben esperar el cronograma oficial para la devolución del dinero. Indignados, los socios piden justicia, transparencia y castigo a los responsables del desastre financiero. En un comunicado difundido el 5 de agosto, exigieron a Fiscalía, Defensoría del Pueblo y otras entidades que tomen cartas en el asunto. La SEPS, por su parte, pidió calma y prometió activar el seguro de forma automática en los próximos días. También advirtió a los socios que no contraten abogados ni tramitadores. Según explicaron, están intentando transferir los activos y pasivos de CREA a otra institución financiera. La cooperativa, que era una de las más grandes del Austro, cayó por un pésimo manejo administrativo. Se autorizaron préstamos sin análisis técnico y se acumuló sobreendeudamiento. Ahora los afectados solo quieren su plata de vuelta. Dicen estar en total indefensión y no descansarán hasta que se haga justicia.