USD 26 millones y subiendo: ¿Quién compra lujo en Ecuador?


Las tiendas reconfiguran su oferta con tecnología, experiencias y nuevos formatos para mantener el brillo del negocio.
El mercado de marcas de lujo en los centros comerciales de Ecuador movió USD 26 millones en 2024, según la Superintendencia de Compañías. Ese monto fue registrado por tres empresas que representan casas de alta gama en el país. Aunque la Cámara de Centros Comerciales estima que el retail total mueve entre USD 4.000 y 6.000 millones al año, las boutiques premium apuntan a un nicho fiel. Nombres como Carolina Herrera, Boss, Adolfo Domínguez y Karl Lagerfeld atraen a clientes dispuestos a invertir en prendas y accesorios de alto valor. El reto inmediato es conectar con nuevas generaciones que valoran sostenibilidad, trazabilidad y consumo responsable. La ola del segundo uso y los estilos urbanos presiona a cambiar el libreto del lujo tradicional. Ante ese escenario, las tiendas activaron procesos de adaptación y reinvención. José Luis Iturralde, director Comercial de Olimpobusiness, confirmó que sumaron marcas con enfoque juvenil para refrescar vitrinas. Como parte de esa estrategia, la compañía abrirá la segunda tienda de Armani Exchange en Scala Shopping entre enero y febrero de 2026. Botris también acelera su portafolio y ya opera Carolina Herrera y Adolfo Domínguez en el país. El 4 de octubre de 2025 inauguró la primera tienda GEOX en Ecuador, igualmente en Scala Shopping. GEOX, marca italiana con tecnología de respiración en calzado, apunta a un público familiar y amplía la torta. Pese al avance, Iturralde describe al mercado ecuatoriano como pequeño y limitado frente a plazas vecinas. Para compensar, algunas firmas apuestan por experiencias completas de compra. Buggatti destaca por un formato tipo club de caballeros, con café o copa y tiempos sin apuro. Su portafolio reúne 24 marcas como Brioni, Emanuel Berg e Isaia. Un outfit de traje, camisa y corbata puede costar desde USD 600 hasta USD 4.000. El cliente típico es el comprador inteligente que prioriza calidad y difiere pagos hasta nueve meses. La oferta también incorpora básicos menos formales como bluejeans y trajes de baño para adaptarse al día a día. Aunque profesiones como abogacía, diplomacia y banca conservan etiqueta, el consumidor actual prefiere prendas prácticas y sin logotipos.
La Primera Minga “Por un Pilahuín Limpio” se realizó el 4 de octubre. La jornada arrancó a las…
La gelatina, derivada del colágeno animal, vuelve a la mesa con fama de aliada de la salud. Es…
¿Tu papá fue atleta? La ciencia dio una pista sorprendente. Investigadores de la Universidad d…