Ambato enfrenta un dilema crítico: el proyecto de agua potable Quillán Alemania, clave para incrementar el suministro en la zona norte de la ciudad, permanece paralizado. La Empresa Municipal de Agua Potable y Alcantarrillado (EMAPA) y la alcaldesa de Ambato han señalado posibles vicios en el proyecto, pero sin una terminación unilateral del contrato.

Esta situación ha generado una creciente preocupación entre los ciudadanos y autoridades, como el concejal Alex Valladares, quien exige claridad y acción. Valladares, tras solicitar un informe a EMAPA, cuya respuesta fue que aguardará una resolución definitiva de la Procuraduría General del Estado. Ahora ya existe un pronunciamiento de la misma, ahora la pregunta que el concejal hace es ¿Emapa que va a hacer, continuará con la obra?.

El 9 de enero de 2024, la Procuraduría emitió un pronunciamiento crucial donde advierte que no justifica una terminación unilateral, sugiriendo posibles responsabilidades de los servidores públicos implicados, competencia de la Contraloría General del Estado.

Valladares ha sido firme en su postura: si hay irregularidades, deben enfrentarse las consecuencias, pero la obra debe continuar. Ahora, con el respaldo del pronunciamiento de la Procuraduría, se abre un nuevo capítulo en este complejo caso.

Mientras tanto, la comunidad afectada sigue esperando una solución. La decisión de la alcaldesa ha dejado a la zona norte de Ambato en un limbo hídrico, evidenciando la necesidad de una gestión más eficiente y transparente en los proyectos públicos.